Dice la R.A.E:
autoestima.
Entiendo yo con esto: percepción de quién soy yo: del conjunto de mis rasgos corporales, mentales y espirituales y que forman mi personalidad. Vamos, algo que se va fraguando desde pequeño y en lo que el entorno influye de forma bastante decisiva.
Hoy me decían que mi problema es que tengo falta de autoestima. Tenía que haberle contestado que autoestima tengo siempre, oiga, y afortunadamente, a estas alturas -y una vez superada la dura etapa de la adolescencia-, bien positiva. Por la cuenta que me trae. No sé muy bien a cuenta de qué ha sido este comentario ni porqué esta persona me percibe así. Lo apuntaré en una de mis listas: "preguntar a Fulanitez lo de mi autoestima".
Y es que yo tengo la fortísima convicción de que soy un gran castillo con una muralla, y en esa muralla, una puerta algo más débil, bien reforzada porque por ahí vienen luego todos los desequilibrios. Que de esos tenemos todos, vamos, digo yo. La imagen no es mía, claro, sino de mi amigo Joseantonio, que me conoce aventuras y desventuras desde hace muchos años y con frecuencia se me adelanta en mi autopercepción.
Por eso creo que esta persona estaba hoy desencaminada conmigo: porque si yo fuera como ella piensa, no defendería a capa y espada las dos o tres cosas que tengo clarísimas, porque no me callo como el asunto me llegue hondo; y no me importaría que con cierta frecuencia me correspondan tutorías complejas.
Si yo fuera como dice esta persona, no sabría tomar decisiones sobre mi vida -más o menos acertadas, eso sí, pero mías y asumiendo las consecuencias- y no podría vivir el hoy como el día que tengo imprescindible entre manos.
Si yo fuera como dice esta persona, no me codearía con personas que sé me adelantan en conocimientos e imaginación. Y, mira por dónde, encima les apoyo al cien por cien. Si fuera como ella dice, me dejaría manipular por esos y esas que pretenden dinamitar desde dentro, y, qué casualidad: no me importa trabajar en equipo.
Pienso que tal vez, en el fondo, es que a esta persona no le gustan mis decisiones. O es que es tan temperamental que se le llevan los demonios cuando me salgo de su marco. No lo tengo muy claro -tengo poco tiempo y mucho que hacer. Pero por si acaso le dejo una paginita para que mire a ver dónde me encasilla.
A veces, eso de decir a otra persona que carece de autoestima es un recurso socorrido para atacarla sin que lo parezca. A palabras necias...
ResponderEliminarBesitos.
No se me había ocurrido... Sería sorprendente esta sutileza. Gracias por la opinión.
ResponderEliminarUn saludo.