Conexión #modo-on.
jueves, 30 de agosto de 2012
lunes, 27 de agosto de 2012
Crónicas marinas (8): estado de la mar.
Negre -llama Él.
-¿Hum?
-Negre, mira ¡qué olas! ¡Si parecen rizadas!
Marinero, Él. Se ha ido a enseñarle a Niña Pequeña el tacto de la playa húmeda.
viernes, 24 de agosto de 2012
Crónicas marinas (7): Álex.
...Pero esa es otra historia, claro.
martes, 21 de agosto de 2012
Crónicas marinas (6): la regla de las tres R.
domingo, 19 de agosto de 2012
Crónicas marinas (5): olas y casa.
El verde pistacho se apoderó de una pared del salón, del bajo de la ventana, el teja hizo suyo una parte de la habitación y el fondo del pasillo adquirió en un momento, "porque no me cuesta nada, Negre", un tono indefinido que seguramente será otro en el futuro. Nada del blanco, blanco, blanco y del gesto hosco de mi madre: luz, color y novedad tras años en casa.
No sé porqué recuerdo ahora mi casa amarilla, y verde y teja, con las paredes blancas de esta casa, terraza anaranjada y azul de mar y de piscina. Pero sí hay blanco, blanco, blanco: el de las crestas de las leves olas a las que esta mañana se enfrentaba Niña Pequeña, armada con el coraje que da un biquini de rayas y manguitos rosas...
sábado, 18 de agosto de 2012
Crónicas marinas (4): de niños e Infantes.
El grito del niño se expande en ondas sísmicas sobre la superficie de la piscina, gira alrededor del tronco de las palmeras, sortea veloz media docena de tumbonas, hace un quiebro en la escalerilla de la esquina, para volver, tronante, al punto de partida.
-¡Yo quiero ir a la playa! -ruge el crío con la potencia sonora de sus ocho o nueve años.
La fuerza expansiva de sus cuerdas vocales aflora entre sus labios, atrona de nuevo entre sillas y sombrillas y elude la paciencia del padre.
-Yo quiero ir a la playa. ¡He dicho que a la playa!
La madre, embarazada hasta la asfixia, acomoda los manguitos a un bebé, mientras hace como que no conoce al rugiente, sangre de su sangre y mismo perfil.
-¡¡A la playa!!
Noto las hormonas a flor de piel, entre los poros del infante; percibo de reojo el disgusto de Él por tener que aguantar en sus juegos con Niña Pequeña no a semejante niño, sino a semejantes padres. El agua dura de la piscina central me sabe a retoño consentido y príncipe doblemente destronado.
-¡¡He dicho que vayamos a la playa!! -atrona la voz de Su Alteza, se zambulle su exigencia entre los azulejos coloreados de la piscina.
-Mamá.
-¿Hum?
-Mamá, ese niño llora como un bebé.
viernes, 17 de agosto de 2012
Crónicas marinas (3): (in)útiles de playa
Pin.
Toallas. Gafas de sol. Cubo y pala, castillo de arena. Sombrilla. Chanclas. Arena. Arena. Arena. Agua helada. Sillas.
Pan.
Hincar la sombrilla. Extender las toallas. Resguardar las chanclas. Proteger las gafas. Arena. Agua. Agua. Agua.
Pum.
Un abuelo que llega. Y esa su camisa, ¡esa!: desabrochada y de rayas. Extender la toalla mientras Niña Pequeña esconde su agua en un hueco de la arena.
Splash.
Agua. Huir de la camisa desabrochada y de sus rayas.
jueves, 16 de agosto de 2012
Crónicas marinas (2): la lista de la compra.
miércoles, 15 de agosto de 2012
martes, 14 de agosto de 2012
Lucha animal entre bestia y hombre.
domingo, 12 de agosto de 2012
Tres años de blog, tres años de Oculimundi
jueves, 9 de agosto de 2012
Crónicas meseteñas (5): vuelta a casa.
martes, 7 de agosto de 2012
Crónicas meseteñas (4): la jura de bandera.
lunes, 6 de agosto de 2012
Crónicas meseteñas (3): el Barrys.
sábado, 4 de agosto de 2012
Crónicas meseteñas (2): Casa de Botines
- ¿Hum?
- Mamá, en ese palacio hay una princesa -afirma rotunda Niña Pequeña-. Yo lo sé.
-¿Y cómo lo sabes? -pregunto; con curiosidad o por sabes el secreto que oculta la Casa de Botines, en la ciudad de Él.