martes, 18 de febrero de 2014

La lesión de Niña Pequeña.

Niña Pequeña se ha lesionado.



Realmente, ha sido lesionada por otro; ¿y por qué no usaremos tanto la pasiva en castellano? Porque así ha sido: pasivamente, por casualidad, cuando no debía de estar ahí y su dedo tenía que haber ocupado su posición habitual, recogido en la mano, y quizá debió haber previsto el ataque del pie de su compañero de clase -mucho más fuerte, mucho más impulsivo, mucho menos atento-, fuera de la trayectoria del balón y sí más cerca de lo debido de una de sus falanges. 

Esta noche su venda luce blanca, pero esta mañana era un cuadro de corazones rosas y azules y líneas verdes. Le duele. Le acompañará una semana, como poco. 

- Mamá -dice, mirando de refilón su dedo lesionado, quizá levemente fisurado.

- ¿Hum? -digo yo, recordando la cara y el nombre del niño que confundió balón con dedo...

- Mamá, esta venda tan blanca es aburrida...

    

domingo, 9 de febrero de 2014

Calla.

Sssssh.

Me gusta el silencio. Y escuchar mis pensamientos.


      

martes, 4 de febrero de 2014

La nieve es un dulce.

La nieve es a los niños como un helado a la puerta del colegio. 

Nevaba ayer, de nuevo, aquí, en algún punto del centro de la meseta, y los niños se apelotonaban junto a las montañitas de nieve que el aire había dejado arrinconadas junto a las rocas del patio del colegio y los bordes de la escuela. Ayer, sí, había que ir al colegio, decían sus manos enguantadas mientras acunaban bolas de nieve blanca que pronto serían proyectiles invernales. 

Y yo, por si acaso, había dejado el Negrevercarruaje un poco más lejos de lo habitual...