lunes, 14 de septiembre de 2009

El primer día de cole.


Hoy ha sido el primer día de clase de mi hija.

Es decir, ha sido el primer día de clase de Niña Pequeña.

Niña Pequeña no tiene todavía ni tres años, los cumplirá dentro de poco. Y cuando ella nació, yo veía muy lejos el momento en el que le tendría que llevar por primera vez al cole. Bueno, su padre y yo, porque hemos podido ir los dos.

En medio de la oleada de estudiantes, chiquillos, adolescentes y demás marabunta, Rut se ha plantado con un dedito en la boca y ha observado a todo el mundo. Seguro que pensaba que qué locos estábamos.

O qué loco estaba el abuelo grabando la entrada de su nieto, hasta la mismísima puerta de clase -me ha dicho mi marido que también ha grabado la salida, claro. O las niñas llorando enganchadas a las piernas de su madre. O una mamá que presentaba en sociedad a su hija y le decía el nombre de todas sus compañeritas de clase -el de mi hija no, tal vez porque no la conocía, tal vez porque es una niña del montón, tal vez porque mi hija es bastante independiente...

Yo recuerdo un día de mis primeros días de cole. Y poco más. Una fila, la verja verde abierta, el pabellón -¡con qué grandilocuencia llamábamos pabellón a la clase que estaba separada del resto!-, el babi de cuadros rojos y blancos -las cosas no han cambiado mucho ahora: el de mi hija es azul y blanco- y seguir sin más el cogote del de delante. También recuerdo que en ese curso me castigaron a sentarme en el banco del final de la clase porque yo ya sabía leer con mis cuatro años y, posiblemente, consideré innecesario tener que estrenar mi cartilla del Palau...

Y estos maestros de Infantil... Estos sí tienen vocación...

5 comentarios:

  1. Qué recuerdos. La cartilla de Palau. Mi hijo pequeño, José María, también tiene casi tres años y también asiste al colegio. Al mismo colegio al que asiste Pablo, mi hijo mayor y al que asistí yo cuando era un niño. Ha cambiado poco desde entonces, pero sí es verdad que, cuando ahora voy al colegio, me parece todo más pequeño de lo que me parecía cuando era un niño. El patio, las aulas, las mesas... quizás es que como ahora soy más grande...
    Suerte para Rut.
    Suerte

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  2. Hola.

    Mi colegio de tres años ahora es el Conservatorio de la ciudad... Pero sí tuve la misma impresión que tú cuando entré en la clase de Rut. Qué pequeños... Qué mayores.
    Gracias. Un saludo.

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  3. Por aqui el pequeño de la familia ha ido al fin a su primer dia de instituto y por ahora ni se acuerda de donde tiene la clase. Mas o menos tranquilo a llegado, pero claro, solo era la presentación y poco más.

    Espero que la pequeñaja se lo pase bien en el colegio, dala un besin de mi parte cuando se deje.

    Un saudo

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  4. Gracias, Darkangel.
    Tu hermano tiene memoria de pez... Que se ande con cuidado.

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  5. Que Dios bendiga a Rut en su nueva singladura.
    Estoy segura que su curiosidad por indagar todo lo que le rodea hará que se sienta feliz en este nuevo mundo lleno de sorpresas.
    Besos para ella y sus papas. Maria Dolores

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