Cerca de mi casa hoy he visto un candado. Es posible que este candado ya lleve el mismo tiempo que yo en mi casa, pero ha sido hoy y no otro día el que mi cerebro ha elegido para procesar su presencia. Un candado metálico y dorado enganchado a una cadena, enredada en los barrotes bien amarillos de una verja.
El candado de la salida de un polideportivo.
Un candado es el recuerdo de la mano invisible y desconocida que conoce la llave que lo guarda.
El candado parece inútil en la mañana fría de hoy, mientras llevo a mi hija camino de su colegio; a la espera de ser recordado por ese alguien que guarda la llave que lo libera. Y al pasar y mirarlo, me preguntaba quién tenía en mente que ese candado era necesario para que nadie se llevase la cadena, los barrotes, la verja o al propio candado... Un candado que no está en una puerta, junto a una cerradura o en la señal de la esquina de mi casa es un objeto que ha perdido su función y su identidad. Y la identidad es algo que no se puede abandonar de cualquier modo, ya que es lo que nos define y me distingue del alguien que celosamente esconde -o ha olvidado- que hay un candado amarrado a una verja camino del colegio de mi hija...
El candado de la salida de un polideportivo.
Un candado es el recuerdo de la mano invisible y desconocida que conoce la llave que lo guarda.
El candado parece inútil en la mañana fría de hoy, mientras llevo a mi hija camino de su colegio; a la espera de ser recordado por ese alguien que guarda la llave que lo libera. Y al pasar y mirarlo, me preguntaba quién tenía en mente que ese candado era necesario para que nadie se llevase la cadena, los barrotes, la verja o al propio candado... Un candado que no está en una puerta, junto a una cerradura o en la señal de la esquina de mi casa es un objeto que ha perdido su función y su identidad. Y la identidad es algo que no se puede abandonar de cualquier modo, ya que es lo que nos define y me distingue del alguien que celosamente esconde -o ha olvidado- que hay un candado amarrado a una verja camino del colegio de mi hija...
Como soy tan despistada, me ocurre muchas veces ser de pronto consciente de algun detalle que seguramente lleva años ahi, o tal vez ha estado toda la vida. Y a veces el descubrimiento tiene una chispita de fascinante, jiji.
ResponderEliminarFeliz sabado, madame
Bisous
Madame,
ResponderEliminarestoy convencida de que ese candado lleva allí más de los cinco años que habito mi casa.
Feliz noche.