domingo, 18 de octubre de 2009

La virtud de dar y recibir.

La RAE, que tiene como misión fijar, limpiar y dar esplendor a nuestra lengua, dice :

hospitalidad.

(Del lat. hospitalĭtas, -ātis).

1. f. Virtud que se ejercita con peregrinos, menesterosos y desvalidos, recogiéndolos y prestándoles la debida asistencia en sus necesidades.

2. f. Buena acogida y recibimiento que se hace a los extranjeros o visitantes.

3. f. Estancia de los enfermos en el hospital.



¿Cuál es el problema? Que esto lo dice la RAE, que habla a través de palabras y las palabras -lo siento por las publicaciones digitales- nacieron para que los libros se las llevaran. Y ya se sabe que en este país somos de poco leer -especialmente si, además, sufrimos la indolente, en su acepción número 2, enfermedad de la adolescencia.

Así que pienso, a estas horas, pendiente esta noche -se deslizan las horas lentamente, porque por la noche siempre el tiempo es más largo- de mi hija, que está enferma, que la palabra hospitalidad tiene rostros, que son más fáciles de recordar que esas palabras de las que parecen huir los que no aman los libros.

Y así, hospitalidad se llama la casa de mi amigo Óscar y a veces hasta el despacho de José -que es capaz de trabajar al mismo tiempo que se presentan tres o cuatro en su cubil y se quedan allí hablando de lo suyo. Hospitalidad es cuando -como dicen mis alumnos- a mi vecino de enfrente no le importa tomarse la molestia de cruzar el patio y se acerca a echar una mano a mi marido para hacer una chapuza de esas que le gustan hacer en casa.

Pero ayer hospitalidad tenía el rostro amable de mi amiga Belén cuando he ido a su casa con mi peque enferma; Javier dejaba de preparar -por un momento- la fiesta sorpresa de cumpleaños que le tenía preparada a su mujer desde hacía días y se centraba en mi Rut para decirme porqué tenía tanta fiebre... Lo cierto es que ellos siempre han sido para mi el espejo de la hospitalitas y los primeros a los que mi marido consideró sus amigos cuando vino desde León hace años. Porque es lo que tiene ser hospitalario: que tu casa se queda abierta y nadie quiere entonces marcharse; porque salen de su tierra y se ponen ellos en camino a buscar a quién abrirles la puerta.

Gracias...

5 comentarios:

  1. Sí que somos perezosos en este país. Y no sólo a la hora de leer libros.
    En cualquier caso, felicidades por tener unos amigos así.
    Espero que Rut mejore.
    Saludos.

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  2. Madame, espero que su peque ya se encuentre recuperada.

    Feliz domingo

    Bisous

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  3. Perikiyo, Madame,

    la pequeña Rut está esta tarde algo mejor. Sin duda, por el buen hacer de mi amigo Javier.
    ¿Por qué los niños tienen la costumbre de ponerse malos por la noche y no pueden esperar a que salga el sol?
    Gracias por su visita y preocupación.
    Feliz tarde de domingo.

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  4. hola guapa
    soy diana
    e visto hoy por primera vez tu blog y es precioso
    me encanta
    super completo y bien echo
    es maravillosos porder escribir asi y contar las cosas que lleguen a la gente tan bien
    junto con la lectura es lo mejor
    muy bonito
    espero que ruth hoy ya este mejor y que no sea nada
    a ver si hablamos mas mujeriña
    besitos por ahi

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  5. Hola, Diana.

    Me alegro de verte por la red.
    Qué bonito encontrarte y saber, también, que leer es una de las cosas que fomentas.

    Besos.

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