lunes, 12 de octubre de 2009

La edad también se elige.

Hoy mi padre ha cumplido 66 años.

Mi padre es maestro; todavía está en activo. Aunque es maestro de vocación treintañera tardía: la juventud le hizo rebelarse contra su padre, mi abuelo, que era pianista, y la cosa artística se hereda -mi abuela, escritora en ciernes. Así que lo suyo siempre ha sido, realmente la música. Supongo que por eso, por lo de rebelarse contra un destino ya escrito por sus padres -porque esto es muy de padres: querer para los hijos lo mejor, a ser posible más que lo vivido por uno mismo-, mi padre sabe bastante que lo importante es amar lo que se hace y hacer lo que se ama. Y a mi padre le gusta su trabajo, es un maestro feliz.

El problema es que los 66 años físicos de mi padre no se corresponden con su edad mental, y eso me molesta, porque se empeña en sentirse anciano. Me molesta que el médico le diga que debe seguir un régimen y él no lo haga. Me molesta que tenga que dejar de fumar y se rebele contra eso. Me molesta que no se dé cuenta de que con 66 años no se es tan mayor como él dice ser. Y me molesta que no comprenda que un cerebro cultivado, activo, estudiante, estimulado, vale más y se conserva mejor que uno al que no se le hace caso.

La tía Maríadolores tiene, más o menos, la edad que mi padre. Ella se jubiló hace algún tiempo, pero su mente no está apartada del trabajo. Sigue estudiando, sigue cultivando sus aficiones -eso que algunos llaman hobbies-, está al pie del cañón y ahora hace más que cuando estaba en activo. Por eso es joven.

Pero mi padre, con 66 años, es mayor. Más de lo que carnet de identidad dice. Porque se empeña en no cuidar su cerebro y no preocuparse de su cuerpo. Por eso la edad también se elige; y empiezo a pensar que él ha decidido elegir cumplir hoy más años de los que tiene.

Y por eso no ha sido un cumpleaños feliz.


6 comentarios:

  1. Que lastima. Tiene que cambiar ese chip, porque hoy dia esa edad sí que no es nada. Le queda mucho por vivir aun, y sería maravilloso que se diera cuenta.

    Buenas noches, madame

    Bisous

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  2. A veces, cuando las personas cumplen cierta edad, se produce un conflicto generacional a la inversa.
    Lo malo es que intentar convencerles para que cambien un poquito de actitud, es como luchar contra un huracán, sirviéndose de un paraguas.
    Siento mucho que haya sido un cumpleaños infeliz.
    Saludos.

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  3. Madame,
    ¿y cómo se hace para cambiar un chip a alquien que no se quiere acercar a un DVD para poner una película? Tiene mucha razón: queda mucho por vivir.
    Feliz tarde.

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  4. Perikiyo,
    no se me había ocurrido lo del conflicto generacional. Algunos han decidido tirar ya el paraguas por inservible...
    Gracias.
    Un saludo.

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  5. Comprendo muy bien tu disgusto, porque el saber que él se considera mayor tú lo ves como algo perjudicial. Y, sin embargo, sigue trabajando como maestro. Hay algo en él que quizá no acabas de comprender. Pero hay que aprender también a aceptarlos como son y, sobre todo, lo que quieren ser. Y la edad, como muy bien dices, la está eligiendo él. Besos y ánimo.

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  6. Isabel,
    sigue trabajando como maestro, pero hace unos años que no es su vocación lo que le mueve plenamente para hacerlo.
    Sí es cierto que hay cosas que no logro comprender...: esa falta de trabajo intelectual que antes le movía... y que creo que es la verdadera fuente de juventud.
    Gracias.
    Un saludo.

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