martes, 16 de febrero de 2010

Hoy encontré a Eva. Por fin.

Los que me siguen saben que voy descubriendo por ahí a antiguos alumnos míos que se han hecho presentes en la red. Están aquí delante, a su manera cerca de mí entre mis blogs amigos (aquí y aquí); esto lo conté ya y lo puedes leer aquí y aquí.

Yo ya sabía que Eva andaba cerca. Sólo estaba esperando que hiciera su aparición. Supongo que su naturaleza tímida le ha impedido acercarse a la bloguesfera o, simplemente, ha esperado el mejor momento para decir algo. En mis clases era igual, pues recuerdo perfectamente que se mantuvo oculta en su velo gris durante casi todo el curso, y sólo al final, cuando ya contábamos los días para irnos a casa, se hizo realidad a través de un trabajo; un trabajo hecho a su manera: escribiendo. Me pidió permiso y le dejé, claro, pues no estoy acostumbrada a que mis alumnos tomen la iniciativa y decidan cómo hacer las cosas que les pido.

Su trabajo, una deslumbrante historia de mujeres, perfectamente sincronizada en el tiempo y en la Historia de los comuneros de Castilla. Mi asombro fue tal que dudé desde el principio sobre su autoría -y aún me arrepiento- y le pedí a una compañera que lo revisara, pues no entraba en mi cabeza que aquella misteriosa y muy silenciosa alumna saliera con eso... Nos tuvimos que rendir a la evidencia -todos en el colegio- de que teníamos ante nosotros un diamante que no habíamos sabido explotar y que se nos iba de las manos porque también acababa su tiempo de estudio entre nosotros...

Afortunadamente Eva ha sabido perdonar mi torpeza y me regala de vez cuando con correos electrónicos, mensajes o algún escrito ocasional. Bien sabe ella que tiene en mí una de sus más fervientes seguidoras, que la animo siempre a que luche por darse a conocer. Los que la leemos -porque ella a veces nos deja- sabemos que tenemos que tener paciencia y dejarla hacer y madurar.

Y Eva ya está en la red. No sé cuánto tardará en hacerse un hueco o en regalarnos de nuevo uno de sus escritos recientes (porque ella es así, evoluciona a su ritmo y a paso lento, pero confiado). Hoy os la presento y la tendréis entre mis blogs amigos. Pinchad aquí para conocer su blog Piedra, papel, tijera.


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