Un conocido centro comercial me invitaba hoy: este año, te lo mereces. En mi camino hacia la Universidad, me adelantaba en el tiempo y en el calendario de mi cocina -que es muy conocido entre mis alumnos, además-: y el año que viene, también. No entiendo muy bien qué relación hay entre ese eslogan y el maniquí del escaparate vestido para una fiesta invernal, con vestido mínimo y ligero, recostado toda ella -siempre son ellas- encima de la mesa de la cena navideña.
Me traía a la cabeza recuerdos de películas vampíricas vestidos ellos -siempre ellos- muy a lo siglo XVIII...
Me traía a la cabeza recuerdos de películas vampíricas vestidos ellos -siempre ellos- muy a lo siglo XVIII...
Pensaba estas cosas mientras iba a mi destino: la compra de unas figuras de los Reyes Magos para mi Belén, pues ya toca. He estado todo el año ahorrando para este momento. Ahorrar no es fácil, menos ahora. Pero hoy tocaba mi premio: entrar en la tienda elegida, en el casco antiguo, y pedir solícitamente y con pinta de entendida unos Reyes Magos de 12 centímetros. La presteza de mi pedido, la decisión que he puesto en mi tono de voz, la rapidez con la que he hecho mi selección..., supongo que todo un poco han hecho que en poco tiempo -el justo para que entraran en la tienda más compradores de tiempo de crisis: una banderita con el Niño Jesús, un Cristo de Medinacelli, una lavandera de cerámica- saliera con bolsa azul y una gran caja de cartón.
Continúo así la tradición familiar, que a este paso se remontará ya a esos Nacimientos que dicen que San Francisco de Asís hacía. El Belén de mi casa -mi casa, la de mis padres- cuenta años, explica mi padre todas las navidades de todos los años que ya siendo él niño mi abuelo los montaba. Y en la cáscara de nuez que es mi casa -la mía, la otra de verdad-, tendrá un espacio nuevo y más grande un nuevo Nacimiento.
Porque este año, me lo merezco.
Continúo así la tradición familiar, que a este paso se remontará ya a esos Nacimientos que dicen que San Francisco de Asís hacía. El Belén de mi casa -mi casa, la de mis padres- cuenta años, explica mi padre todas las navidades de todos los años que ya siendo él niño mi abuelo los montaba. Y en la cáscara de nuez que es mi casa -la mía, la otra de verdad-, tendrá un espacio nuevo y más grande un nuevo Nacimiento.
Porque este año, me lo merezco.
Desde mi infancia he visto el Belén en casa de mis padres y desde entonces he seguido la tradición. Y ahora son ellas las que deciden ponerlo a su manera, asi Rut te ayudara a ponerlo y aprendera la tradición.
ResponderEliminarFeliz Belen.
Chamana,
ResponderEliminareso pensaba yo ayer cuando salía y paseaba tan contenta con mis nuevos Reyes. El año pasado Rut prefería las bolas de colores que mi marido pone en el árbol -su árbol-, pero cuando vea estas figuras, seguro que me la gano!!
Saludos.
Madame, tiene usted en mi blog una parcicipacion para el sorteo de loteria nacional.
ResponderEliminarPuede pasar cuando quiera a recogerla.
Feliz domingo
Bisous
Muchas gracias, madame.
ResponderEliminarLlevo unos días alejada de la red por acumulación de trabajo, pero me paso de inmediato a visitarla.
Feliz tarde-noche.