Su sesuda señoría, ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad -que alguien me explique esta combinación con olor a muesli- ha enviado una propuesta a los medios de comunicación del país, indicando la conveniencia de limitar la información sobre violencia de género a 30 segundos, eliminando imágenes de sangre, sudor y lágrimas, que no aparezca en los titulares ni en los sumarios. Todo en aras de la lucha contra el llamado efecto imitación: evitar dar pistas a otros hombres sobre cómo perpetrar el asesinato de la mala mujer que no cumple sus obligaciones.
Entiendo yo, por tanto, que la labor educativa, social y por el bien común de este extraño Ministerio es, con estas recomendaciones -la propuesta incluye un período de prueba de seis meses-, fomentar el "la ignorancia os hará libres". Aquello de que si no lo veo, no lo siento, no lo creo, no existe. Su sesuda señoría debería pensar, tal vez, acompañada de la treintena de sesudos consejeros ministeriales -y de los miles de euros que se llevarán por la labor-, que quizá la mejor labor es la prevención, la educación, el fomento de la real igualdad de la mujer, el potenciar la labor real educativa de la familia, la conciliación laboral verdadera, el cupo igualitario -estos, que se llenan la boca con la palabra "democracia real ya"- por méritos -no por sexos- en las empresas...
Su sesuda señoría ministra ha debido de estudiar dentro del sistema (des)educativo de la LOGSE...
Lo siguiente tal vez sea proponer el sesgo informativo del terrorismo, las imágenes de cruentas guerras, el control de los dibujos animados -pobres de Tom y Jerry, siempre a la gresca-. Nada de atajar las causas y coger el toro por los cuernos -huy, que se me olvidaba que estos son los antitaurinos para algunas regiones de España.
Si ya hace meses nos indicaban a los padres el riesgo de leer determinados cuentos infantiles a nuestros pequeños...
Entiendo yo, por tanto, que la labor educativa, social y por el bien común de este extraño Ministerio es, con estas recomendaciones -la propuesta incluye un período de prueba de seis meses-, fomentar el "la ignorancia os hará libres". Aquello de que si no lo veo, no lo siento, no lo creo, no existe. Su sesuda señoría debería pensar, tal vez, acompañada de la treintena de sesudos consejeros ministeriales -y de los miles de euros que se llevarán por la labor-, que quizá la mejor labor es la prevención, la educación, el fomento de la real igualdad de la mujer, el potenciar la labor real educativa de la familia, la conciliación laboral verdadera, el cupo igualitario -estos, que se llenan la boca con la palabra "democracia real ya"- por méritos -no por sexos- en las empresas...
Su sesuda señoría ministra ha debido de estudiar dentro del sistema (des)educativo de la LOGSE...
Lo siguiente tal vez sea proponer el sesgo informativo del terrorismo, las imágenes de cruentas guerras, el control de los dibujos animados -pobres de Tom y Jerry, siempre a la gresca-. Nada de atajar las causas y coger el toro por los cuernos -huy, que se me olvidaba que estos son los antitaurinos para algunas regiones de España.
Si ya hace meses nos indicaban a los padres el riesgo de leer determinados cuentos infantiles a nuestros pequeños...
Esto tiene toda la pinta de intentar manipular la información. Estamos apañados.
ResponderEliminarDesde luego, la "señoría ministra" aludida tiene bien acreditado su exceso de seso ..... porque no me digas que para ganar cada mes más euros que tú y todos los contertulios de este blog juntos, no hay que tener el seso muy bien plantao y regao.
ResponderEliminarPero yendo al grano: es verdad que la labor importante –e ineludible– es la que planteas: todas esas acciones y disposiciones deberían ser previas, ¡peeeeeero! aunque me de cierta vergüenza coincidir con el personaje, creo que en esto no está mal aconsejada. Yo sí creo que hay un efecto de mimetismo o, si quieres, de "dar pistas" a otros descerebrados que no se les había ocurrido, posiblemente, los distintos modos de criminalidad expuestos a diario en los "informativos". También hay un aspecto de desequilibrio entre la información siniestra y criminal (que siempre descorazona y sólo muestra la parte innoble del ser humano) y la información positiva y vitalizante que nos permite reconciliarnos con el género humano y saber de modelos para el bien.
Por otra parte, me parece salvable la iniciativa, porque establece seis meses de ensayo ..... a ver qué tal resulta.
Un saludo, Negre.
Kassiopea, miedo me da que acaben por ahí las cosas...
ResponderEliminarUn saludo.
José Luis,
ResponderEliminaryo soy muy escéptica respecto a la labor de nuestros políticos y todos me parecen, en mayor o menor grado, del mismo calibre. Sin ahondar mucho en la historia de la noticia, creo que es un telón de humo para probar, a ver si así no se habla tanto de la situación política y económica actual. A mí me parece tapar las causas, quitar importancia, querer obviar las cosas.
Tengo varios alumnos que justifican la violencia de genero o la justificarían, así como dos familiares cercanos. Ocultar lo que hay no puede ser la medida para evitar esta lacra social...
Ya veremos...
Un saludo.
En la información que se ha venido dando de la violencia doméstica o machista -que no de género- ya había un sesgo político e ideológico muy marcado. Se trata ahora de cambiar un sesgo por otro. Recordemos que la información puntual del goteo de muertes y agresiones en los telediarios fue una consigna gubernamental, salida no de las redacciones, sino del Observatorio gubernamental.
ResponderEliminarEste giro de consigna viene a que se ha relacionado su difusión con su producción. Igual que con los suicidios, que hace muchos años que todos los libros de estilo de los medios suprimieron de su horizonte informativo.
Lo interesante, al fin, es que de un modo u otro, se certifica la influencia mediática en la vida real.
Pepe, no sabía que este tema se venía repitiendo tambien con el miedo al suicidio. Quizá es una manera de resucitar tabúes, no quitar miedos o querer educar a la gente en pensamientos con escaso poder para vencer a la frustración.
ResponderEliminarUn saludo.
Perdona que vuelva aquí, pero es que hay una frase que, al publicarla en mi blog, me ha recordado el tema de tu entrada. Es del periodista Carl Berstein: "cuando la tv informa de un hecho marginal, en ese momento deja de serlo".
ResponderEliminarTodo lo que aparece en TV, sólo por aparecer, adquiere una relevancia que le hace ir mucho más allá de sí mismo. Deja de ser una información, para convertirse en algo difícilmente dominable y cuyas consecuencias son difíciles de medir.
Estoy de acuerdo con tu comentario, sobre todo con esto que comentas de "le hace ir muco más allá de sí mismo". Es como crear un mundo paralelo...
ResponderEliminarUn saludo.