Iba muy ajetreada Niña Pequeña con su cocinita de juguete, transportándola en vacilante equilibrio desde su cuarto al salón, improvisada sala de restaurante de platitos azules y verdes. Traidoramente, se desmonta su parte superior. La mira. Calla. Me mira:
- No pasa nada, mamá -me dice, con seriedad casi filosófica-. Esto lo arreglo yo en un periquito.
Pura serenidad. Y un uso intuitivo del lenguaje mucho más expresivo que el modelo estandar: ¡mucho mejor periquito que periquete, dónde va a parar!
ResponderEliminarNo dejes de leer mi entrada "NO". Te gustará.
Y con la seriedad total de los cuatro años y medio.
ResponderEliminarEstupenda entrada la tuya... Para imprimirla y mandarla con las notas de la tercera evaluación...
Un saludo.
Suena mucho más colorido que el periquete. Mucho más bonito, no cabe duda :)
ResponderEliminarBuenas noches, madame
Bisous
¡Jájájá! ... Me imagino la escena perfectamente. ¡Para comérsela!
ResponderEliminarY además, arregló la cocinita con total seriedad profesional...
ResponderEliminarUn saludo.