martes, 30 de marzo de 2010

Bendito país.

Peor: los hay poseedores de la verdad a ultranza, y esa es sólo la válida. La suya, su verdad. Jamás el de enfrente pudo entonces tener opción a buscar y defender la verdad que le es propia, tal vez positiva, tal vez vivida como un regalo que se puede donar a los demás...

¿Qué enseñarán entonces a sus hijos? ¿Qué estarán transmitiendo a las generaciones que vendrán después a sobrevivir entre los escombros? Sospecho que mucha memoria histórica y poco perdón; o un dolor enquistado que no supo salir -o no se quiso sacar. Al hilo, un amigo de El Salvador me recordaba, al mismo tiempo: date el chance... Que me lo den a mí también, respondo.

Hay varias cosas que me molestan, claro, como al resto. La mentira, sobre todo -bien lo saben mis alumnos. Pero después, acortando el espacio, las etiquetas; yo no soy como el de al lado, no soy como ese que conoces, no soy como aquel otro que... Me molestan, pues, los cartelitos que se cuelgan al modo de carteles en el mercado de esclavos de Roma: yo soy la profesora que trabaja y se preocupa, una madre atenta al tiempo de su hija, la amiga que es leal por encima de todo, la persona que reconoce las miserias de las instituciones creadas por el hombre, pero también sus olvidados aciertos.

Tal vez el asunto es, como me decía ayer por la tarde una buena amiga, que los profesores tenemos muchas vacaciones. Convencida estoy: los problemas familiares de mis conocidos, la crisis de España o los ideales consumistas se solucionarían, sin duda, si yo tuviera menos vacaciones. O, como me recordaba hace unos días otro conocido -ni amigo-: ser profesor, ser un vago.

Bendito país...


4 comentarios:

  1. Yo sí que me reconozco un vago y reivindico mis vacaciones para emprender aventuras y aprender. Un profesor necesita llenarse para dar. Otras profesioens puede que sean también difíciles -no lo niego- pero en pocas es tan necesario el enriquecimiento personal en forma de lecturas, de viajes, de vivencias profundas... Un profesor tiene mucha ocasión de proyectar ideas en clase y es deseable que éstas tengan sabiduría. Y esto implica tiempo. Ser profesor no es como fabricar piezas o vender pisos. De hecho pienso que es necesario un año sabático cada diez, iniciar otros proyectos, viajar, crear, enriquecerse. De todas maneras en Cataluña ya sabemos que a partir del curso que viene ya tendremos que estar por ley hasta el día siete de julio lo que implica en realidad hasta el quince. Cuando los profesores tengamos tres semanas, el país respirará satisfecho. Pero ¿en qué consiste la preparación de un profesor?

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  2. Joselu:

    No eres el primero al que oigo la idea del año sabático -para aprender, desconcetar o desintoxicarse de las malas cosas que a veces se cuecen alrededor del aula. Totalmente de acuerdo con la necesidad que tenemos de aprender y llenarnos y no ser así meros expositores de conocimientos sin vida.

    No sabía que por ley estaréis hasta julio; ciertamente, os supondrá hasta mediados de mes, como quien dice. De seguir así, se tomará en serio la idea de mi vecina: horario flexible para el profesor, en función de la hora de salida del último padre de alumno: hay que conciliar la vida laboral de nuestros "clientes".

    A algunos les quisiera yo dando clase... Eso sí, mi vecino, de Iberdrola, no paga luz, el de enfrente, caldera gratis y mano de obra, el otro, descuentos en trenes, el de más allá, nómina truqueada para obtener beca a sus hijos -a los que lleva en Mercedes al colegio de mi hija, modesto y muy pequeño.

    Pena penita pena.

    Un abrazo.

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  3. Hola amiga mía; está claro que hay gente con la que no se puede hablar de ciertos temas. y digo que no se puede hablar porque lo que puedes sacar en limpio en un "tremendo cabreo" al dialogar con un muro. Cuento entre mis amigos con muchos ejemplos de esta idea y, sinceramente, paso de justificar las mismas cosas de siempre con los mismos argumentos, no los entienden, independeientemetne de que tengan o no formación. Por eso, en estas ocasiones me dedico a defenderme tratando de tocar la fibfra sensible de los demás, lo que a veces suele ser percibido por los demás como un alarde de prepotencia... A estas alturas me da igual...
    "Tenéis demasiadas vacaciones" = "¿Sí?, más teníamos que tener..."
    "Cobráis mucho" = "¿Sí? más teníamos que cobrar" (Algunos se creen que tenemos el sueldo de un controlador aéreo"
    Y la mejor (o peor) "Es que los maestros vivís muy bien?" = "¿Sí? Pues haber estudiado..."

    Sorry, dedico mis energías a otras cosas, aunque siempre tropiezo con la misma piedra de querer justificar nuestras ventajas y problemas de vez en cuando

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  4. Profesor,
    yo hago similar también, aunque intento no entrar en batallas... Pero me molesta mucho oirlo de gente que me conoce bien.

    Como dice Joselu, al final, cuando tengamos tres semanas de vacaciones, por fin se quedarán a gusto todos...

    Si la envidia fuera tiña ;-P

    Un abrazo.

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