El vocabulario nos puede poner en aprietos. Así me ha pasado con la palabra suele.
Ay de mí, ay infelice... Dos compañeras, valientes, osadas como ellas solas, me habían comentado que el alumno solía hacer los deberes en sus asignaturas. Tamaña ofensa no podía pasar desapercibida por la familia. Allí estaba yo, pertrechada detrás de mis fichas, bolígrafo en ristre, agenda como escudero, mientras me llegaba el ataque frontal: ¿¿cómo que suele?? No hubiera sido yo la que me hubiera atrevido a aventurar, ni someramente, que un alumno suele hacer los deberes. Es evidente, meridiano, transparente, obvio, que todos los alumnos hacen siempre -no sólo suelen- las tareas; el problema es que el profesor no se entera ni, por supuesto, está capacitado, para darse cuenta del trabajo constante y diario de todos y cada uno de sus alumnos.
Por eso no entiendo la pretensión de mis dos compañeras al tildar a este alumno de los que sólo suelen hacer los deberes... Por supuesto, obviamente, ha sido un error de ellas. Meridiano, claro, transparente. Y yo, encima, indicando que tal vez sería conveniente que la familia se entrevistara directamente con ellas... Qué osadía. Qué desfachatez.
Y por si no fuera suficiente, llegaba el remate, holgado, sin florituras, de la amenaza implícita y la duda circunstancial de que tal vez yo -pero sólo tal vez, no vayamos a pasarnos- tuviera la culpa de no estar bien informada. Me faltaban datos evidentes sobre el alumno. Obvio. Claro, meridiano, transparente. Menos mal que una está ya curtida en peores campos de batalla.
Habrase visto...
Ay de mí, ay infelice... Dos compañeras, valientes, osadas como ellas solas, me habían comentado que el alumno solía hacer los deberes en sus asignaturas. Tamaña ofensa no podía pasar desapercibida por la familia. Allí estaba yo, pertrechada detrás de mis fichas, bolígrafo en ristre, agenda como escudero, mientras me llegaba el ataque frontal: ¿¿cómo que suele?? No hubiera sido yo la que me hubiera atrevido a aventurar, ni someramente, que un alumno suele hacer los deberes. Es evidente, meridiano, transparente, obvio, que todos los alumnos hacen siempre -no sólo suelen- las tareas; el problema es que el profesor no se entera ni, por supuesto, está capacitado, para darse cuenta del trabajo constante y diario de todos y cada uno de sus alumnos.
Por eso no entiendo la pretensión de mis dos compañeras al tildar a este alumno de los que sólo suelen hacer los deberes... Por supuesto, obviamente, ha sido un error de ellas. Meridiano, claro, transparente. Y yo, encima, indicando que tal vez sería conveniente que la familia se entrevistara directamente con ellas... Qué osadía. Qué desfachatez.
Y por si no fuera suficiente, llegaba el remate, holgado, sin florituras, de la amenaza implícita y la duda circunstancial de que tal vez yo -pero sólo tal vez, no vayamos a pasarnos- tuviera la culpa de no estar bien informada. Me faltaban datos evidentes sobre el alumno. Obvio. Claro, meridiano, transparente. Menos mal que una está ya curtida en peores campos de batalla.
Habrase visto...
Continúa con tu agenda como escudo y tu bolígrafo en ristre...es tu mejor escudo y yo madre te lo agradecería enormemente. No dejes que la falta de profesionalidad de otras personas te salpique, ni cedas ante tales comentarios. Estás llena de razón y con el paso del tiempo las cosas afloran por sí sola.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me temo que no entendi. Entonces usted dice que sus alumnos hacen siempre los deberes? Vaya, de esa clase de niños no conozco muchos. Mire que suerte.
ResponderEliminarFeliz viernes, madame
Bisous
Anónimo,
ResponderEliminarmuchas gracias por los ánimos. Le nombraré mi escudero para la próxima, porque nunca se sabe. Don Quijote no iba solo, el idealista de él...
Saludos.
Madame,
ResponderEliminarsiempre, siempre. Lo que pasa que los profes no miran bien los cuadernos, convencida estoy.
Feliz tarde.
Importante eso de que hagan los deberes, el tema está en si lo están haciendo cuando el profesor está explicando otra cosa (no es por restarle méritos al chiquillo)Saludos!
ResponderEliminarObservo que de acá a la China directivos, padres, chicos pueden acusarnos de terribles acciones: exigencia y seriedad, por ejemplo.
ResponderEliminarPor suerte están los colegas...
No sé, "suele" ocurrirme que cuando veo una película en casa me levanto, pierdo parte del argumento, y, cuando vuelvo, pregunto desconcertado ¿Qué ha pasado?
ResponderEliminarAlgo parecido me ha ocurrido al leer tu post de hoy y los comentarios dejados. Después de una segunda lectura creo entender que "tal vez" has tenido hoy recepción de padres en la hora de tutoría y que has osado poner en duda (bien es verdad, que por indicación de otras compañeras) que el niño no hacía siempre los deberes ¿Cómo se te ocurre? Has mancillado la honorabilidad de ese pobre chico y con ello la de toda la familia... Eso no es un error, es una difamación...Je, je.
Saludos
Princess,
ResponderEliminarlo cierto es que tengo alumnos que intentan hacer los deberes copiándolos de un compañero en otras asignaturas ;-)
Saludos.
Mic,
ResponderEliminarqué terrible vida la del estudiante al que le obligan a hacer cosas...
Saludos.
Alfredo,
ResponderEliminarXD Una entrevista de lanza en ristre... No seré yo la que diga que los alumnos no hace todo, jejejee. ¿No te ha pasado nunca?
Saludos.
Sí, muchas veces.
ResponderEliminarTambién tengo como un clásico: "No puede ser, si el niño se pasa tres horas delante del libro". Que tenga delante un libro no quiere decir que lo esté estudiando... a veces ni leyendo (je, je). No soy yo quien lo dice... son rumores que corren. "Tal vez" esté desinformado.
Buenas noches y a ver si mejora Ruth.
Alfredo.