viernes, 29 de julio de 2011

Una ampolla.

Me acordaba de mi amiga Laura, cuando viví con ella. Cuando preparaba ella la comida se preparaba como para entrar en lucha con la sartén y se me parecía a mí hidalgo con lanza en astillero y adarga antigua, pues se envolvía mano y muñeca izquierdas con un trapo, mientras con la derecha levantaba la tapa de la sartén para remover lo que allí salpicara o humeara en aceite caliente. Siempre me decía: Negre, que no quiero quemarme.

Me acordaba de mi amiga Laura ayer cuando en buena lid me enfrentaba con la sartén y media docena de chisporroteantes muslos de pollo, tostaditos casi y presumiblemente crujientes, ajo, perejil, punto de sal y salsa de tomate casi lista en el fuego superior. Mamáaaa, gritaba Niña Pequeña desde el salón, ¿cuándo comemos?, a falta de media hora calculada para calmar estómagos. La tendencia del aceite caliente, tal vez cansado ya de trajinar con el muslo enharinado, fue escupir, salpicar, arremeter, agredir a la epidermis de uno de mis dedos, poco acostumbrados a la cocina y sus labores -de Él. Sabía yo del uso natural de cataplasmas de zanahoria, aceite de lavanda, del árbol del té, de aloe vera, de pasta de harina de maíz y miel, hielo puro y duro, para evitar la infección y el dolor de la ampolla que, presumiblemente, acabaría por elevarse en el dorso de mi dedo anular derecho... Agua fría del grifo y Niña Pequeña, no pasa nada, ¿ves como no hay que estar por la cocina?, preocupada ella por la ¿una pupa, mamá?, incipiente.


6 comentarios:

  1. Y con lo que duele las quemaduras. Yo me quemo pocas veces pero cuando te quemas te acuerdas de todo.

    ResponderEliminar
  2. Después de los ungüentos y aun de las vendas si falta hicieran, no olvidar, al tiempo que se le acaricia débilmente, cantarle a la pupa el "sana, sanita, culito de rana, si no sana hoy, sanará... ¡mañaaaaaanaaaaaa!".

    Consultadas las arguiñanas que en casa habitan, su veredicto es estricto: "no es el aceite caliente cansado de trajinar con lo que sea lo que provoca su salpicadura, sino el aporte al mismo de algún hídrico con mucha menor temperatura". Y me indican estas posibilidades: que el aceite esté ya caliente y se echen los muslos con restos de agua de su lavado; que se pongan en el aceite, siempre caliente, los muslos mal descongelados o sin descongelar; que en la sartén, antes de echar el aceite, hubiera restos hídricos; que el propio jugo de los muslos sea sudado muy rápidamente; que el vapor de la tapa se desprenda sobre el aceite al levantarla inclinada (obsérvese cómo los chefs de la televisión siempre levantan las tapas en horizontal y despacito, me dicen); que se ponga la sal mientras aún se están cocinando los muslos (parece ser que el calor produce una disolución del cloruro sódico casi instantánea).

    Oye, Negre, conste que yo de cocina..... ¡ni idea!

    Me dicen, que si la causa de tu salpicadura fue otra, me la comuniques, por favor, para aprender más ellas.

    Estupendas tus últimas entradas. Has aumentado la eficacia de tus descripciones, a mi sencillo entender.

    Saludicos.

    ResponderEliminar
  3. Treintañera, creo que fue eso lo que asustó a Niña Pequeña, más bien...

    ResponderEliminar
  4. José Luis, yo en mi ignorancia pensaba que los ataques de aceite sólo podía venir de la sartén mojada (no es el caso) o lo de la sal (que me consta que tampoco), pero viendo las posibilidades, creo que pudo ser la tapa de las sartenes, cosa que no se me había ocurrido. Anoto, por tanto, la presencia de un enemigo más en la cocina (aumentando así el número: aceite, vitro, agua hirviendo, enchufes varios, y ahora, la tapa de la sartén). Gracias por tus consultas entonces. Comunica a tus arguiñanas que la herida se ha sanado ya, aunque quedan restos de la lid.

    Gracias por tus últimas palabras... Será que estos días estoy más sensible a lo que me rodea...

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Por eso, sister, yo cocino a 20 metros del hornillo.
    Incómodo, pero efectivo, no obstante

    ResponderEliminar
  6. SER, ¿y la posibilidad de cocinar usando el microondas?

    ResponderEliminar

No acepto comentarios anónimos. Si no nos dices quién eres, tu comentario no se publicará.

Visito tu enlace si tu comentario no es spam, anónimo o una falta de respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.