Mamá -dice Niña Pequeña, mientras intento no darle tirones al secarle el pelo.
- ¿Hum? -contesto. Mañana mismo compro suavizante para niños.
- Mamá, ya sé por qué nació Dios -afirma, rotunda y muy seria, mientras me mira desde su reflejo en el espejo de detrás de la puerta.
- A ver, dímelo -le digo. Este año acabo mi carrera de Teología; igual es que todo se pega...
- ¿Hum? -contesto. Mañana mismo compro suavizante para niños.
- Mamá, ya sé por qué nació Dios -afirma, rotunda y muy seria, mientras me mira desde su reflejo en el espejo de detrás de la puerta.
- A ver, dímelo -le digo. Este año acabo mi carrera de Teología; igual es que todo se pega...
- Claro. Nació porque le necesitábamos.
Huy, huy, huyyyy, esta niña va a ser una manifestación del prodigio divino ¡qué bien!
ResponderEliminarClaro, necesitábamos un Padre (uno solo para todos los hombres) y también un Maestro que nos enseñara cómo hemos de amarnos. Porque... ¿sabes N.P.?, los hombres no sabemos hacer casi nada bien por nosotros mismos sino escuchamos a Dios (a Papá).
José Luis
Oiga, su niña es un lince! Ha dado con la esencia de la cuestión, ya lo creo que sí. Esa conclusión podría ser el comienzo de un largo debate.
ResponderEliminarBuenas noches, madame
Bisous
Como decía un personaje televisivo, "ahora vas y lo cascas".
ResponderEliminarToda una preparación para el Adviento. !Y sin carrera de Teología!
ResponderEliminarCualquier día te la encuentras perdida entre los doctores de la Ley.
La verdad más grande del mundo, en mi opinión.
ResponderEliminarGracias por vuestras aportaciones. No seguí con el debate, pero hoy se lo comentaba a uno de mis profesores... Nunca se sabe si la respuesta de Niña Pequeña puede ser válida para algún examen mío...
ResponderEliminarUn saludo.