Para creerlo: una alumna a la que no he visto todavía ni sacar el estuche de la mochila me ha regañado por no aprobarla.
- A ver -me dice por encima del hombro-, que si te pones así y no me vas a aprobar, pues no estudio.
Pues eso. Hala. Otra vez el rancho y el coronel.
- A ver -me dice por encima del hombro-, que si te pones así y no me vas a aprobar, pues no estudio.
Pues eso. Hala. Otra vez el rancho y el coronel.
El "peor para ti, profe" es una de las escenas más patéticas que se pueden dar en el aula. Sin embargo, el paso del tiempo -es la edad, sin duda- ha hecho que el estupor primero, la indignación después, se haya ido transformando en una especie de ternura ante tanta inmadurez y tanto desvalimiento.
ResponderEliminarSuele pasar. No hacen nada durante todo el trimestre y luego se sorprenden de no aprobar. Y encima te dicen "pues no estudio". Perdona pero es que todavia tienes que empezar a estudiar.
ResponderEliminarHuy, Medioambiente, pues yo ternura cuando dicen esto no siento precisamente...
ResponderEliminarTreintañera, más o menos es lo que le respondí yo.
ResponderEliminarUn saludo.
Pero si total ya no estudiaba antes! Sería curioso conocer dónde está para ella la diferencia :)
ResponderEliminarFeliz día
Bisous
Yo pensaba que estudiar era la causa y aprobar la consecuencia, no al revés... se ve que han cambiado los tiempos ;)
ResponderEliminarEs una reacción un poco extraña. Me hago daño a mí mismo, porque creo que así te daño a ti.
ResponderEliminarAyer, tres niñas de unos diez o doce años iban delante de mí por la calle. De repente, una de ellas se separó de las otras dos, se sentó enfadada en un banco y, cruzándose de brazos, gritó: "Pues ahora os vais a ir solas".
Una de las otra dos, se giró hacia ella y le dijo: "Imbécil, la que se va a ir sola eres tú. Nosotras somos dos".
No pude evitar la carcajada.
Es algo parecido a lo de tu alumna.
Un abrazo.
Ah, madame, pero tirar platos fuera es mucho más cómodo...
ResponderEliminarFeliz tarde.
Ana Laura, tanto han cambiado que antes nos resultaba impensable entregar trabajos en blanco (como me hacen a mí), presentarse son los deberes hechos o no ir preparando cada día el trabajo del colegio...
ResponderEliminarUn saludo.
Perikiyo, genial la anécdota que compartes. Muy ilustrativa de mi entrada. La reacción de la niña que se sentaba -chincha-, propia de una hija malcriada y consentida. Lástima que haya tantos...
ResponderEliminarUn abrazo.