domingo, 12 de febrero de 2012

La importancia de la merienda.

- Mamá -llama Niña Pequeña.

- ¿Hum?

- Mamá, dame la merienda ya -dice, con toda la seriedad de sus cinco años-. Es que ahora soy Campanilla y si no, no tendré fuerzas para volar.

6 comentarios:

  1. Caramba, caramba. Eso es previsión onírica o sensatez fantástica. Es claro que N.P. sueña con los pies en el suelo... ¡jajaja!

    José Luis

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  2. Vaya, José Luis, es que otra cosa no, pero el tema de la comida es casi sagrado para ella...

    Un abrazo.

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  3. ¡Qué divina! Eso sí que es sentido común, o hambre bien excusada :) ¿Cuál será el equivalente del polvo de hadas?

    Besos volados!

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  4. Voto más por el hambre bien excusada, Ana Laura...

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  5. ¡Qué suerte esa etapa de la vida en la que SOMOS lo que queremos ser! Al abandonarla, nos tenemos que esforzar en ser sólo nosotros mismos.

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    Respuestas
    1. Niña Pequeña tiene clarísimo que ella es del País de las Hadas... Ya veremos cuando crezca y sea Niña Adolescente.

      Un saludo.

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