viernes, 11 de junio de 2010

¿Qué hacer con estos alumnos?

Entraba esta mañana en una clase de 3º de ESO por la que no paso este curso, pero cuyos alumnos son conocidos por mí después de los tres, cuatro y hasta cinco años que llevan algunos en el colegio...

Un alumno me preguntaba qué podría hacer de provecho en la clase. Para quien no conozca el mundo de la educación, este chico en realidad estaba pidiendo bajar al patio porque le resultaba insoportable tener que estar en el aula, ya que generalmente cualquier cosa que se les explique resulta aburrida, sin sentido y sin conexión con su vida. Viendo a este alumno y a algunos de sus compañeros se me ocurrían unas cuántas cosas que resultarían de provecho para su vida... Compañeros de este alumno jaleaban la propuesta y me decían que estudiar es perder el tiempo.
  1. Estudiar, es decir, aprovechar la gran oportunidad que le está dando la sociedad para formarse y poder luego ser independiente.
  2. Valorar el esfuerzo que hacen por él su familia, profesores y sociedad en general, al confiar en él como alguien que merece la pena a pesar de todo.
  3. No creer que siempre será adolescente, protegido hasta el extremo por sus padres, logrando siempre en la vida cualquier cosa por el simple hecho de pobrecito, es mejor que no sufra nunca y yo le resolveré todo -como me dijo una vez una madre.
  4. Mostrar educación y respeto hacia sus compañeros, profesores y familiares. Sé que muchos padres y madres me leen. Pero no sé si se dan cuenta de que la sobreprotección se les vuelve en su contra, que están generando seres antisociales, que rechazan las normas porque todo vale y así lo ven en su casa.
Algunos me dicen que soy ácida con los adolescentes y que mi visión no es todo lo positiva que debiera... Merecen la pena, es cierto, puesto que son los adultos del futuro, los que trabajarán, los que sostendrán las pensiones de nuestros mayores, los que deberán construir -o reconstruir- nuestro país. Y por varios -pocos a mi parecer- merece la pena dejarse las horas. Pero no veo en ellos cuando entro en las clases, a los futuros obreros, médicos, profesores, fuerzas de seguridad, carpinteros, trabajadores en general... Veo personas maleducadas, irrespetuosas, que chupan de la sociedad sin ser capaces de vivir en sociedad, irreverentes, egoístas, tiránicos con los que les rodean, niños acostumbrados a que todo se lo den hecho y a que todo vale.

Qué país nos espera. Esta también es una crisis latente que está germinando de forma invisible...


12 comentarios:

  1. No conozco el mundo de la educación pero cuando yo iba al colegio muchas veces tampoco me gustaba el rollo que me soltaban en clase, y no me gustaba nada estudiar. Supongo que a esa edad eres inconsciente y al hacerte mayor empiezas a valorar las cosas de otra forma. Dales el beneficio de la duda, igual cambian (espero).

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  2. Llevo un rato intentando encontrar algún argumento positivo, para intentar poner algo de optimismo en lo que has escrito, pero, el único que encuentro, es que todavía quedan algunos por los que merece la pena el esfuerzo. Lo malo es que cada vez son menos los que, en una resistencia numantina, no se dejan arrastrar por la inercia del entorno.

    No se trata de ser pesimistas, sino de ver las cosas como son. Lamentablemente, son como las describes.

    Un abrazo.

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  3. Kassiopea,
    algunas veces hemos tenido visitas -sin más, esta misma semana- de antiguos alumnos que han salido adelante y no se han dejado llevar por la inercia; chicas o chicos a los que les costaba estudiar, pero al entrar en el mercado laboral se han dado cuenta de que hubiera sido mejor aprovechar el tiempo de adolescente...

    Hoy no es buen día, no.

    Un abrazo.

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  4. Perikiyo,
    hoy no era buen día para encontrar resistencias numantinas... Pesa el curso ya...

    Un abrazo.

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  5. No sé si os servirá de mucho; pero aún se valora el trabajo que hacéis día a día en el aula y (fuera de ella), aunque sea ese poco por el que merece la pena luchar; reconozco que no es fácil, pero, que lamentablemente, es lo que queda... Cuánto ha cambiado el colegio en los últimos años, y lo que queda por cambiar.

    Desde mi experiencia "al otro lado de la pizarra", admiro lo que hacéis (aunque callar a media clase no sea vuestro trabajo)

    [Por cierto; hoy ganamos nuestro concurso de debate]

    Ánimo Montse, que no queda nada para acabar el curso. Espero que encuentres (allí donde se te concedan) las fuerzas necesarias para acabar el curso con una sonrisa, que te lo mereces.
    Un abrazo :)

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  6. Mi comentario es que les pedimos cosas a los adolescentes que no se nos ocurriría reclamarles a los adultos.

    Carmen

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  7. MiniSchoch,
    tú es que formas parte de ese pequeño grupo por el que gastamos horas con una sonrisa ;-) Gracias por tus ánimos.
    ¡Y felicidades por el premio!

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  8. Carmen (anónimo),

    cierto. Yo, como profesora, pido un poco de atención, un cuaderno limpio, entregar los deberes a tiempo, estudiar un pelín, ser buen compañero y que se muestre respeto a las personas con las que compartimos aula durante la jornada.

    Claro, que no se me ocurriría pedirle a un adulto que fuera responsable en su trabajo, buen compañero o al menos, amable, y cumplidor con las fechas que se le soliciten. Dónde va a parar...

    Yo sólo hablo de los adolescentes en mi trabajo. Fuera de él, ya se encarga su familia, ¿no?

    Un saludo.

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  9. Hola,
    Solamente te pido a nivel personal que pienses en ese o esos alumnos que aún valen la pena porque muchos padres te apoyamos y seguimos luchando porque pensamos igual que tú.
    Levanta el ánimo y si necesitas ayuda pídela pero no decaigas.

    Un abrazo muy fuerte.
    Tu mayor admiradora aún sigo aquí.

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  10. soy claudia

    montse estoy de acuerdo contigo, yo jamas haria eso.
    besos

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  11. Anónimo,
    porque hay alumnos y familias que ven que esto es un asunto de todos, aquí seguimos. Pero hay días en los que, francamente, echarías todo por la borda y te dedicarías a otra cosa.

    ¡Gracias por tu apoyo!

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  12. Claudia,
    quizá no lo harías porque te han enseñado otra cosa desde casa. La educación comienza en la familia.

    Saludos.

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