Él le ha preparado la cena, como cada noche. Los acompaño mientras recorto papeles de colores para algo del colegio. Hoy también nos lee un cuento: inventa las voces, se mete en los papeles y es el Capitán Garfio y Campanilla. Niña Pequeña mira los dibujos mientras se come, lentamente, la tortilla francesa -con jamón dentro, como le gusta.
- Y los pequeños Niños Perdidos seguían bailando mientras Campanilla...- dice Él.
- ¿Hum?
Yo recorto. Recorto. Chachachac...
- Yo no quiero ser de los Niños Perdidos porque no crecen nunca.
- ¿Tú quieres crecer, Niña Pequeña? -pregunto. Chachachac...
- Claro, para ser una mamá y poder mandar, como los mayores.
Chachachac...
Sabia, Niña Pequeña. Aunque todavía no sepa que sobre quien tendrá que mandar ante todo es sobre sí misma...
ResponderEliminarEspero que lo vaya aprendiendo...
EliminarN.P. se está preparando para ser mamá... una buena mamá.
ResponderEliminarUn abrazo, empapado.
José Luis
PD. (Hoy ha caído el diluvio universal y yo estaba ahí debajo: al principio te resistes con ridículo paragüas, pero pronto te rindes a la belleza de la manifestación... y calarte se vuelve hermoso).
Y además dice que sólo tendrá niñas...
EliminarRecuerdo una tormenta caída en segundos en una ciudad cercana a San Salvador... Cualquier protección quedaba ridícula.
Un abrazo (hoy luce el sol).
Es una niña muy avispada tu niña pequeña, eligió lo más divertido de ser grande, suerte todavía no sabe de todo lo demás que implica serlo.
ResponderEliminarMi hija menor también tiene decidido el sexo de sus hijos -un varón y luego una nena- y sus nombres, hasta los padrinos que elegirá. Cuando yo le digo que si no convendría esperar a oír la opinión del padre de sus hijos al respecto, me dice que las que deciden son las mamás, no los papás.
Saludos!
Así es, Ana Laura. Mi hija ahora está decidiendo quién será su novio...
ResponderEliminarUn saludo.