miércoles, 31 de agosto de 2016

Carta a Maruja (37): las vacaciones del profe

Hacía tiempo que no escribía a Maruja, mi vecina. Si quieres leer mi nueva carta sobre nuestra conversación, pincha aquí


 

martes, 16 de agosto de 2016

Siete años de blog en la red. Gracias.



Hace unos días mi blog cumplió siete años en la red... Siete años de historias reales, cotidianas, rabiosas, refrescantes, irónicas... Gracias a los que las han leído, a los que pasaron por aquí por casualidad, a los que llegaron conscientemente. Y gracias a sus protagonistas: Él, Niña Pequeña, mis alumnos, mis compañeros de trabajo, mis vecinos, a esos que pasaron un día por la calle y al almendro que hay enfrente de mi casa -porque siempre me anuncia la llegada de la primavera...

Os dejo una selección de las entradas que, en estos siete años, han sido más leídas, no presentadas, necesariamente, por orden de importancia:

  1. Esta fue una tarde única e irrepetible
  2. ¿Puedes abrir tú la bolsa de plástico del súper?
  3. La niña de cari va primero. 
  4. Alba, mi antigua alumna, que nos dijo adiós en el año 2011...
  5. ¿Cómo es un profesor innovador?
  6. Los dulces de Halloween de mi vecina (gracias).
  7. Lo que hay en mi cuaderno de profesora.
  8. Forrar los libros o el inicio de curso. 
  9. Un día especial: un cumpleaños. 
  10. ¿A qué sabe un beso? 


 

domingo, 14 de agosto de 2016

¿Tienes una tortuga?

Es de esmeraldas y naranjas otoñales. A veces Él se queda mirándola con sus ojos azules y parece que los dos batallan en colores: ella, deslizándose en su jaula de agua, Él contemplando cómo contiene la respiración. 

- Cuánto aguanta debajo del agua, Negre.
- La adaptación a la Naturaleza -le digo, mientras ordeno por enésima vez los papeles del colegio...
- ¡Mira, mamá, que se quiere comer la hierba artificial! -protesta Niña Pequeña.

Ella se mantiene impasible, serpenteando arriba y abajo de su acuario, indiferente a cómo el sol que ha entrado por la ventana juega con los colores de su caparazón. Baila a izquierda y derecha y se deja mecer por las corrientes de su filtro. 

- ¡Tengo una sorpresa que le va a encantar a Niña Pequeña! -anunció Él hace meses, aún antes de cerrar la puerta de casa. 

Como en una ceremonia, solemne, nos la presentó, sonriendo como sabe hacer, mientras le brillaban los ojos: como el que se reserva lo mejor para el final y paladeando nuestra sorpresa anticipadamente.

- ¡Una tortuga! -gritó Niña Pequeña.

Llegó hace varios meses para quedarse, porque no tuve corazón, y ahora baila para mí cuando sabe que es su hora de comer...