jueves, 30 de enero de 2014

Estimado Ratón Pérez: hoy, de nuevo.

A/a Sr. D. Ratoncito Pérez. C/ Arenal, 8. Madrid (España)

 Muy sr. mío:

Por la presente le comunico la pérdida dental (la séptima) que ha sufrido esta mañana Niña Pequeña, que cuenta ya con siete años y cursa 2º de Educación Primaria. Podrá usted comprobar que ha sucedido de forma accidental, pues se encontraba comiendo en casa de su amiga de clase y, entre macarrón y macarrón, el diente, un incisivo lateral superior, ha sido deglutido en salsa de tomate. Para su tranquilidad, le indico que la madre de la susodicha amiga lo ha tomado a broma y sin drama.

A fin de que usted pueda comprobar que, efectivamente, no encontrará la pieza dentaria esta noche en la mesita de noche, Niña Pequeña le ha preparado una pequeña misiva, acorde con su tamaño y deseando que no le pese en el viaje; junto a ella podrá encontrar un aperitivo consistente en unos pedacitos de queso curado de oveja y algo de leche o agua, a elegir. 

Esperamos todos con curiosidad e impaciencia el presente que tenga a bien dejar esta noche. 

Le saluda,
 
 

sábado, 25 de enero de 2014

La novedad de algo antiguo es...


La miré de reojo desde mi tercera posición en la fila; antes entrar ya la había visto desde la gran cristalera y hubiera jurado que sus orejillas de elfa se habían creado a juego con unos ligeramente achinados ojos. El pelo corto, como descuidado, pero concienzudamente teñido en marrones y caobas le daba un conjunto como etéreo, casi liviano; y podría haber andado de puntillas, sin que nadie en el local se hubiera percatado, si la chaqueta de lana gris no le hubiera aportado algo de pesadez a su cuerpo, como para no dejarlo escapar. 

La fila única se dividió rápidamente en dos y alegremente comprobé que podría observarla un poco más, pues ambas habíamos sido derivadas a dos mostradores contínuos. Fui rápida con quien me atendió: dos papeles, una contraseña, el número de referencia de los paquetes que venía a recoger a Correos y el número de identidad. Firma. Fecha. 

- ¿Dónde dice que tengo que poner mi dirección? -oigo que pregunta la elfa, a escasos dos metros de mi lado. La señora que le atiende le indica amablemente el lado ancho de su sobre -¿Y eso del remite, qué es? -insiste, mirando sorprendida a la mujer.

La vuelvo a mirar, casi olvidándome de ser discreta. La elfa, la chica de cabellos ocres, ojos almendrados y chaqueta de lana se encuentra ante un problema desconocido para ella. Una ecuación de vida cotidiana a la que se enfrenta por primera vez. Ella, en su juventud de perdida adolescencia, pero oliendo todavía a reforma educativa, no sabe mandar una carta. Dirección, remitente, apartado postal, sello: mandar una carta -parece que al otro lado del continente, por lo que oigo- no es digital ni aparece en la pantalla plana del smartphone.

Recojo los dos paquetes que me tienden desde el otro lado del mostrador: dos libros que compré online hace dos semanas, a golpe de teclado. Es mi pedido bimensual del círculo de lectura al que pertenezco. Ella  se queda en el mostrador de al lado: sigue viviendo novedades...

    

viernes, 10 de enero de 2014

Usar tuppers es un problema en la cocina.



Primo Número Cinco dice que no puede haber nada peor para un matrimonio que un tupper; una colección de útiles, herméticos, decorativos, coloristas y, francamente, necesarios tuppers

Creo que Prima Cónyuge Número Cinco no opina igual, porque ella es una mujer práctica y asentada, que quiere profundamente a Primo Número Cinco, pero que sabe de las delicias culinarias que un buen tupper puede esconder durante días en su interior, de la comodidad de que sea lavado en el lavaplatos y de que permita, además, escribir despacio y con buena letra el contenido y la fecha de envasado para reposar después, pacientemente, en alguna esquina del congelador. De hecho, recuerdo los tupper aplanados y rectangulares, de tapa azul, en los que Primos -ambos Número Cinco-, desplegaban en la mesa redonda de una de sus casas, allá cuando yo no conocía a Él e iba a visitarlos unos días. 

Asombrada ante la categórica afirmación de Primo Número Cinco, mi cara debió de ser un poema o relato fantástico que le dejó durante unos segundos -pocos- sin habla. Los suficientes para aseverar, con sonrisa seria y chispeantes ojos: 

- Prima De Madrid, lo malo de los tuppers no son su existencia, sino el armario de la cocina donde se guardan. Y eso, sin duda, mina a un matrimonio. 

Me quedé arrinconada ante la sencillez de sus palabras.

Un rayo había cruzado mi pensamiento: la imagen precisa del armario de doble puerta blanca donde descansan sin control y en total anarquía, los tupper de mi cocina...

 

martes, 7 de enero de 2014

Mi casita virtual ha recibido un dardo.


Cosa de blogueros.

Desde Algargos se premia con el Premio Dardos a mi blog En clase. Y desde allí, nomino yo a varias de mis bitácoras favoritas.

Os animo a leer la entrada dedicada a esto, pinchando aquí.

    

domingo, 5 de enero de 2014

Carta a SS.MM. los Reyes Magos.


A la att. SS.MM. Reyes Magos 
Palacio (Oriente) 

 Estimados Reyes Magos:

A la llegada de la presente, espero que hayan tenido un buen viaje hacia Occidente, y que sus camellos y carrozas no se hayan visto muy afectados por las intensas lluvias que llevamos sufriendo por aquí desde hace cinco días. 

Me es grato comunicarles que ya está casi todo preparado en casa, quedando sólo pendiente la elección de los vasos o tazas para su pequeño aperitivo nocturno; los dulces y galletas estarán, como siempre, en el salón, para que gusten un pequeño detalle y puedan tomarse unos minutos de descanso. Él y yo nos encargaremos, una noche más, de que Niña Pequeña se acueste temprano y se duerma lo más tranquilamente posiblemente -ya sabrán ustedes que últimamente sufre muchas pesadillas-; ella aún no sabe que Sus Majestades existen realmente, y piensa aún que son producto de la magia y la ilusión. Nuestras peticiones están ya redactadas en una carta especial, y Niña Pequeña ayer le entregó la suya a uno de sus Carteros Reales, de manera que habrán podido apreciar que ha mejorado algo la letra de alumna de Primaria que tiene y que ha coloreado el dibujo que les ha dedicado con especial cuidado. 

Les agradezco un año más que se vayan a molestar en pasar por casa. Por favor, les ruego que no se olviden de todos aquellos que el año pasado tuvieron alguna mala noticia, y que esta noche, la más ilusionante del 2014, todos los niños puedan recibir, al menos, un pequeño detalle. 

Saluden al Niño de mi parte. 

Un abrazo,

      

viernes, 3 de enero de 2014

38

La agenda se ha quedado a medias; las tareas, por terminar y lo pendiente, abandonado. Tendrán que esperar las clases sin preparar y los trabajos a medias de corregir se quedan encima de la mesa, junto a la lámpara. Una lectura desatendida por la página 201 y dieciséis correos sin respuesta. 

No quisiera, pero he sucumbido, caído, rendido, capitulado ante la evidencia del termómetro, que marcaba 38 grados.