Yo tengo dos recuerdos ligados a las medusas, uno lejano, vinculado a mi infancia y otro reciente. El primero trata de la "cacería" de medusas que un grupo de niños, yo entre ellos, organizó en la playa de Cullera, pertrechados de palas de playa y cubos (pozales, que decimos aquí). Teníamosla sensación de salvar a los bañistas de aquellos enormes bichos (porque eran muy grandes) aunque tengo la sensación de que aquel banco de medusas estaba muerto, ya antes de arribar a la orilla. Aun así, nos sentíamos héroes. El segundo tuvo lugar en un fiordo noruego. Lo estábamos surcando en un barquito, el fiordo y el paisaje era absolutamente espectacular, increíble, inimaginado. Pues allí, en un moomento que me asomé por la borda, vi aquel enorme, pero enorme banco de estos bichos. Y ese fue el contraste: un lugar maravilloso con las medusas. Supongo que es normal, pero no sé, no pegaban nada.
A mí el sólo contacto visual con estos animales me produce un sentimiento parecido al pavor.
Esa sensación de salvar bañistas a ritmo de cubo y pala es la que creo que tenía el solícito padre que hace dos días estaba delante de mí en la playa. Las medusas que iba cogiendo estaban muertas, pero como aún así pican, fue de agradecer...
Yo tengo dos recuerdos ligados a las medusas, uno lejano, vinculado a mi infancia y otro reciente.
ResponderEliminarEl primero trata de la "cacería" de medusas que un grupo de niños, yo entre ellos, organizó en la playa de Cullera, pertrechados de palas de playa y cubos (pozales, que decimos aquí). Teníamosla sensación de salvar a los bañistas de aquellos enormes bichos (porque eran muy grandes) aunque tengo la sensación de que aquel banco de medusas estaba muerto, ya antes de arribar a la orilla. Aun así, nos sentíamos héroes.
El segundo tuvo lugar en un fiordo noruego. Lo estábamos surcando en un barquito, el fiordo y el paisaje era absolutamente espectacular, increíble, inimaginado. Pues allí, en un moomento que me asomé por la borda, vi aquel enorme, pero enorme banco de estos bichos. Y ese fue el contraste: un lugar maravilloso con las medusas. Supongo que es normal, pero no sé, no pegaban nada.
A mí el sólo contacto visual con estos animales me produce un sentimiento parecido al pavor.
ResponderEliminarEsa sensación de salvar bañistas a ritmo de cubo y pala es la que creo que tenía el solícito padre que hace dos días estaba delante de mí en la playa. Las medusas que iba cogiendo estaban muertas, pero como aún así pican, fue de agradecer...
Un saludo.