Nació tan pequeña... Luchó contra el sueño, y este nunca la venció: las noches eran eternas, las horas tan lentas, el tiempo tan quedo... Se cayó siendo un bebé y conoció pronto qué era un hospital: las heridas fueron tan grandes, la hondura tan larga, que luce aún la cicatriz de la batalla. Comenzó a andar para poder correr: la prisa era tanta. Quiso pintar y escribir antes de saber leer: la ansiedad por estrenar rotuladores era tan fuerte. Hizo amigas en el colegio antes que amigos: las princesas se profesan tanta amistad...
Fue una noche tan larga que ni estrellas quedaron, pero rozaba diciembre y la luz quiso lucir a la mañana siguiente para darle la bienvenida. Tanta era su calma para mostrarnos su cara.
¡Felicidades Niñapequeña! Y a la madre también, que nosotros cumplimos años con ellos; una vez nacen ya no tenemos cumpleaños propios :)
ResponderEliminarGracias, Sara. Tienes razón con lo de la necesidad de felicitar a las madres en estos cumpleaños...
EliminarUn saludo.
Dale un beso, por favor, a N.P. de parte de un admirador suyo y de sus padres.
ResponderEliminarJosé Luis
Gracias, José Luis. Por todo.
EliminarUn abrazo.
¡Muchas felicidades de un Señor Mayor, Niña Pequeña, que está creciendo contigo, estrenando contigo, gracias a tu madre!
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