domingo, 25 de noviembre de 2012

De vestidos y desnudos.

Deja, Niña Pequeña, que te voy cortando yo el pollo -dice Él, solícito, mientras reparto el segundo plato y hago sitio a la bandeja. Niña Pequeña se ha deleitado con los macarrones, el tomate, el queso y ahora saborea con los ojos su ración.

Él se afana en desmigar el muslo, trocear la pechuga, salsear el plato. Aparta huesos, tendones y piel: todo para facilitar a Niña Pequeña la degustación de su segundo plato favorito. 

- Papá.

- ¿Hum? -contesta, cuchillo en una mano, tenedor aprisionando el resto de piel del muslo.

- Papá, ¡estás desnudando al pollo! -dice ella, alegre, mientras se come la miga de su trocito de pan...

 

2 comentarios:

  1. De nuevo esa mirada poética, natural, de greguería de Niña Pequeña. Es el privilegio de ver las cosas por primera vez. Su padre desnuda el pollo y ella desnuda el gesto.
    Inmensa Niña Pequeña.

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