- ¿Hum? -contesto, levantando la vista de las sábanas de su cama. Hoy las cambiaré por las blancas del ratón Mickey.
- Mamá, mira, este es mi bebé -dice, mostrándome uno de sus muñecos, de esos llenos de accesorios que tanto le gustan a su abuela.- Yo soy su hermana porque es muy pequeño.
- Pero si es un bebé, tendrás que ser su mamá -le digo, recordando que mi vecina de enfrente, una antigua compañera de estudios, tuvo al suyo la semana pasada.
Niña Pequeña queda en silencio. Extiende su mano derecha.
- Pero mamá, ¡eso no puede ser! -me regaña. Busco la funda de la almohada que va a juego con las sábanas de Mickey mientras adivino que ya tiene preparada la respuesta.
- ¿Por qué? Si es un bebé, tienes que ser su mamá -le contesto; cuando yo tenía su edad no me gustaban los juegos de muñecas.
- Porque en una casa no puede haber dos mamás -responde, muy segura-. Como tú estás aquí, yo no puedo ser una mamá.
Dejo de rebuscar en el cajón y la miro.
- ¿Y cuando estamos en casa de la abuela no hay dos mamás? Porque la abuela es mi mamá.
- No, mamá. La abuela es una abuela, no una mamá. Que no te enteras -dice, mientras pone la muñeca en un carrito y se marcha al salón a pasearla.
Me he reído mucho con la respuesta de Niña Pequeña.Solo los niños pueden ser tan inocentes.Pues ya sabes Negre, a partir de ahora tu madre es también tu abuela.
ResponderEliminarUn saludo, Laura
Si es que no te enteras Negre jajajajaja. Me encantan estos posts de Niña Pequeña, tiene respuesta para todo jajajaja.
ResponderEliminarLo que me faltaba con mi madre: madre y abuela a la vez. Horror, Laura...
ResponderEliminarNo estaba yo muy ágil mentalmente, Kassiopea, no... Jejeje...
ResponderEliminarMenos mal que están ellos para que nos enteremos. Si no, seríamos sólo unos enteradillos.
ResponderEliminarUnos listillos, son, Pepe...
ResponderEliminarReconoce que "no te enteras", Negre: tú sólo puedes ser la abuela del bebé porque eres la madre de N.P.; y su bebé sólo tiene abuela porque ella no puede ser hija y madre a la vez ¡hombre!
ResponderEliminarJosé Luis
Un jaleo genealógico, José Luis. Y lo cierto es que ella lo tenía clarísimo...
ResponderEliminarNiña Pequeña tiene claro el orden de las cosas, su cosmos; los adultos convertimos todo en caos. Brillante.
ResponderEliminarY nosotros hemos perdido esa visión inocente, Pepe...
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