Te llevo a tu ciudad, sí. Cojo el coche, hay que levantarse temprano, ya sabes: por si acaso, por si los coches, por este bautismo tan terrenal como es echar la mañana en conducir para que te reencuentres con tu familia. No, no se vendrá con nosotros el portátil ni el wifi, aunque sean casi como de la familia; pero sí el teléfono y su conexión. Porque nunca se sabe... Una foto, una crónica.
Y luego, cuando lleguemos, no te olvides de llevarme cerca de donde nos conocimos. A tomar algo: no quedaría bien decir que estuvimos en tu ciudad, sí, tú, Él, y no me dejaste holgazanear...
Que disfrutéis... ¿y Niña Pequeña?
ResponderEliminarCon nosotros, Pepe. Son sus raíces paternas...
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