Porque alguien ha tenido que poner un cartel en el portal de mi casa donde se recuerda que lanzar el balón contra la pared de la casa del vecino, eso, niño, no se hace.
Porque hoy he corregido su examen y sé que vendrá armado con la carga letal de sus progenitores, llorosa la madre, violentando el aire con su infinita verborrea el padre, dispuestos todos a demostrarme quién soy yo realmente.
Porque si el alumno del fondo, a la derecha, tiene su cuaderno en blanco, la cabeza reposando tras tres duros días de fiesta y escasa gana de trabajar, es debido a que no está motivado y yo no conozco las últimas herramientas pedagógicas para despertar de su profunda meditación al adolescente.
Yo sí que estoy indignada.
Porque me han vuelto a insinuar hoy que el problema es que los alumnos tienen mucho que estudiar y por eso, precisamente, no estudian.
Porque hoy al alumno de delante, a la derecha, le nominaron como uno de los mejores del grupo, y tuvo que aguantar las burlas de su compañero de mesa.
Porque en algún sitio de España los profesores sí deben de tener los famosos tres meses de vacaciones -como no se sacia en repetir mi vecina-, y yo estoy en la ciudad equivocada.
Yo sí que estoy indignada.
Porque el alcalde de mi pueblo está implicado en un caso de corrupción, pero no puedo confiar en el resto de su tribu.
Porque hay casi cinco millones de parados esperando que alguien se acuerde de que existen.
Porque el gran debate de sus sesudas señorías consistía estos días en la necesidad -o necedad- de publicar el sueldo y patrimonio de todos, a fin de demostrar la transparencia de las instituciones democráticas.
Yo sí que estoy indignada.
Porque preparé una marcha por el centro de mi pueblo hace una semana y tuve que pedir permiso a la Comunidad de Madrid, ya que se consideraba una manifestación política, con dos meses de anticipación. Y los famosos indignados, cuarteando al sol en Sol sin papeles que firmar ni faxes que llevar a todas las autoridades de alrededor.
Yo sí que estoy indignada, oiga, y no salgo en los periódicos.
No sé si bajar al trastero a buscar mi saco de dormir y aposentarme en el centro mismo de mi urbanización, junto a los cuatro rosales que están en flor a borbotones. Como por aquí hay mucho adolescente, igual se apuntan. Por aquello de protestar.
Porque hoy he corregido su examen y sé que vendrá armado con la carga letal de sus progenitores, llorosa la madre, violentando el aire con su infinita verborrea el padre, dispuestos todos a demostrarme quién soy yo realmente.
Porque si el alumno del fondo, a la derecha, tiene su cuaderno en blanco, la cabeza reposando tras tres duros días de fiesta y escasa gana de trabajar, es debido a que no está motivado y yo no conozco las últimas herramientas pedagógicas para despertar de su profunda meditación al adolescente.
Yo sí que estoy indignada.
Porque me han vuelto a insinuar hoy que el problema es que los alumnos tienen mucho que estudiar y por eso, precisamente, no estudian.
Porque hoy al alumno de delante, a la derecha, le nominaron como uno de los mejores del grupo, y tuvo que aguantar las burlas de su compañero de mesa.
Porque en algún sitio de España los profesores sí deben de tener los famosos tres meses de vacaciones -como no se sacia en repetir mi vecina-, y yo estoy en la ciudad equivocada.
Yo sí que estoy indignada.
Porque el alcalde de mi pueblo está implicado en un caso de corrupción, pero no puedo confiar en el resto de su tribu.
Porque hay casi cinco millones de parados esperando que alguien se acuerde de que existen.
Porque el gran debate de sus sesudas señorías consistía estos días en la necesidad -o necedad- de publicar el sueldo y patrimonio de todos, a fin de demostrar la transparencia de las instituciones democráticas.
Yo sí que estoy indignada.
Porque preparé una marcha por el centro de mi pueblo hace una semana y tuve que pedir permiso a la Comunidad de Madrid, ya que se consideraba una manifestación política, con dos meses de anticipación. Y los famosos indignados, cuarteando al sol en Sol sin papeles que firmar ni faxes que llevar a todas las autoridades de alrededor.
Yo sí que estoy indignada, oiga, y no salgo en los periódicos.
No sé si bajar al trastero a buscar mi saco de dormir y aposentarme en el centro mismo de mi urbanización, junto a los cuatro rosales que están en flor a borbotones. Como por aquí hay mucho adolescente, igual se apuntan. Por aquello de protestar.
Suscribo por completo tu indignación. ¿Recuerdas al cojo Manteca? Aquella versión, ya ancestral -Dios, cómo pasa el tiempo- de los "estudiantes" universitarios que apedreando el misterio y liándola cósmica, con la ayuda impagable de las pantallas (qué sería de todo este movimiento sin los altavoces a los que acusan de manipular, Pepe)consiguieron cambios, negociaciones y diálogos.
ResponderEliminarMe pregunto por qué estos indignados no forman un partido, asociación o similar en lugar de liarse a pedradas e insultos con los representantes legítimos de la soberanía y voluntad popular. Me pregunto por qué esos mismos políticos no están más atentos a lo que sucede en la calle para que no haya necesidad de montar campamentos en plazas (el otro día en la Plaza del Pilar me quedé deslumbrado ante tanta cochambre reivindicativa); me pregunto por qué no leen más vuestros blogs donde se reflexiona, reivindica y propone.
Negre, enhorabuena por premios, enhorabuena por literaturizarnos la vida y por tu sensibilidad. Llevo un tiempo alejado por, digamos, problemas técnicos, pero leerte es refrescante y revitalizador. Gracias Negre.
De nada, Pedro, a tí por asomarte por aquí y opinar. Apoyo todo lo que dices.
ResponderEliminarUn saludo.
Comparto tu indignación, Negre, y si hay que acampar se acampa junto a los rosales. Tú dirás.
ResponderEliminarSin embargo, siendo cierta toda esa realidad que contrapones a los indignados mediáticos y siendo cierto que, como dice Pedro, sin Manteca no hay repercusión..., no dejo de ver una pequeña flor de esperanza entre tanta cochambre antisistema. La flor es la de todos aquellos chavales que, por primera vez -de veras, lo he visto de cerca- han apagado los ordenadores, se han quitado los auriculares, han salido de YouTube y de Facebook y han vivido en la calle, en lo real.
Lo malo es que si no lo remedian -y muy probablemente no lo remediarán y será una pena- acabarán con la flor en en culo -con perdón-.
Pepe, lo malo es que yo veo estas cosas con pesimismo, porque no es la primera vez en este país que se aprovecha la política para manipular... No me lo creo. Pienso que los sindicatos, en cuestión social y económica, han tenido que ver mucho con la actual situación, ya que han dado la callada por respuesta, poniendo la mano por detrás para el cheque. Los políticos, si fueran coherentes, deberían estar desfilando para renunciar de todos sus cargos y prebendas.
ResponderEliminarUn saludo.
A mí me parece muy bien que existan los indignados, pues motivos hay para ello. Lo malo es que no presentan ninguna alternativa, ninguna posible solución, ningún plan de acción.
ResponderEliminarEstá muy bien luchar en busca de soluciones, pero éstas no aparecen por el simple hecho de acampar e insultar. Creo que es una protesta con causa, pero sin rumbo.
Un abrazo.
Perikiyo, quizá les haya faltado desde el principio una hoja de ruta o unos objetivos bien definidos, con sus estrategias. Aunque creo también que hacen bien en salir a la calle, lo que critico son sus maneras y, personalmente, no me fío de que no haya intereses de algunos partidos políticos por medio... ¿Quién me puede asegurar su neutralidad?
ResponderEliminarUn abrazo.
Negre~sensei, respecto a la marcha(o como algunos preferirían decir, aun yo sin entenderlo, "manifa") tendríamos que haber hecho un abordaje a la carretera, que lo mismo vienen los anti-disturbios y si que salimos en la televisión :lol:
ResponderEliminarPD: Ya tuvo Wordpress que toquetear los comentarios, esa nueva "interfaz" manda muchos comentarios a moderación directamente y ralentiza el sistema, pero como son órdenes de "arriba"(no tanto, un poco más abajo, no, no, que te pasas, sube tres escalones... ahí.) pues habrá que aguantarse, ya veré si aprendo a trastear el wordpress 3.1 "ese del que tanto hablan"
Kratso-san, eso que comentas era la idea original, pero para facilitar la circulación no nos dieron permiso. ¿Tal vez otra vez será?
ResponderEliminarSuerte con el wordpress.
Saluditos.