miércoles, 26 de mayo de 2010

Ellos son porque actúan mirando a otros.

Los cordones de las zapatillas hablan y dicen del Otro Yo que habita dentro, ese que susurra de vez en cuando. Observaba hoy a mis alumnos de 1º de ESO mientras enumeraba las capas de la atmósfera; no es la forma de vestir, las lecturas, los adornos de las agendas o la forma de peinarse. No, no es eso lo que define o distingue, uniformados todos en unas modas que van y vienen...

Lo que nos hace diferentes son los cordones de nuestras zapatillas y el color que elegimos para ellos, cómo los cruzamos en el empeine y de qué manera los atamos. Mi alumna, hoy no sentada en su sitio habitual, tenía los cordones atados detrás de los tobillos; tensos, distintos, originales, gritando lo que ella no diría nunca en público -porque ya se sabe que las cosas son más fáciles al otro lado de la pantalla, propia o ajena. Veía yo entre medias de las mesas cordones de distintos colores, dibujando aspas, invisibles, deshechos...

Los cordones de las zapatillas son banderas de sus dueños, y me los imagino yo afanados por la mañana en cruzarlos y descruzarlos, revisar bien la lazada, definir la estrategia mejor para que desplieguen con soltura el mensaje yosoydiferente, yoquieroserdiferente.

Energía gastada en reivindicar lo que los del Mundo de los Adultos ya sabemos... Mi compañero Raúl me decía esta tarde que una persona lo es porque actúa mirando a otros. Pienso yo, tal vez, que los cordones de las zapatillas, con sus lazadas imposibles, son el deseo de que miremos más atentamente a sus dueños...


4 comentarios:

  1. Grande, nunca habria "enlazado" de manera tan sutil.
    Debo ser aburridisimo, mis zapatillas son de velcro.

    Raul

    ResponderEliminar
  2. Raúl,
    yo encuentro más cómodo el velcro también ;-)

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Siempre me sorprende tu capacidad de observación y como de algo tan simple como unos cordones puedes sacar un texto tan descriptivo a todos los niveles. De nuevo, mi enhorabuena

    ResponderEliminar
  4. ¡Gracias! Es que eso de atarte los cordones por detrás de los tobillos... no lo veía desde los años 90...

    Un saludo

    ResponderEliminar

No acepto comentarios anónimos. Si no nos dices quién eres, tu comentario no se publicará.

Visito tu enlace si tu comentario no es spam, anónimo o una falta de respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.