En la balda superior de mi frigorífico hay ahora tres tuppers de embutido.
- ¿Desde cuándo compras embutido, Negre? -pregunta Él, extrañado y encantado, mientras se prepara un sándwich de mortadela de aceitunas.
- Es para las meriendas de Niña Pequeña -contesto, consciente de que la mortadela esa, de aceitunas, no es mortadela ni aceitunas y mi amiga Clara no la compraría nunca, tan amante del tofu y la cultura vegetariana...
Pero los tuppers de embutidos -verde y blanco, naranja y blanco, azul y blanco-, los tres -tres tuppers, tres- son más que merienda empotrada de cinco de la tarde. Son una reivindicación silenciosa que nunca admitiré en público, porque no hay público, lo sé, que pueda empatizar y ponerse en mi lugar.
- Mamá -llamaba yo por la tarde, entre deberes de Matemáticas y de Lengua.
-... -y es que mi madre nunca hablaba.
- Mamá, ¿por qué tú nunca compras embutido para la merienda?
- Porque en esta casa os lo coméis todo y estoy harta de que se acabe -respondía ella, sin levantar la vista del periódico o de la pantalla.
Semejante razón de peso era irrebatible con la labia de mi adolescencia: el porque-sí materno imbatible, acompañado de un porque-lo-digo-yo que me juré jamás repetir, usando a mi madre como el ejemplo que nunca seguiría.
- Niña Pequeña, hoy tienes de merienda, después del zumo de naranja, bocadillo de chorizo -le digo, mientras ve su serie de dibujos favorita.
- Gracias, mamá -contesta ella, entre sorbo y sorbo.
Palabras que jamás oiría aquella, mi madre. Lástima.
¡Jolín, Negre, que infancia más triste! ¡Sin chorizo y sin madre...!
ResponderEliminarEcho más de menos el chorizo...
EliminarVaya, en mi casa era al revés. Yo intentaba escabullirme, porque mi madre me atiborraba a comida, y yo no era nada glotona. Golosa sí.
ResponderEliminarBuenas noches, madame
Bisous
¿Tendría miedo su madre, madame, de tener una hija de cintura de avispa?
EliminarFeliz noche.
Caramba qué intensidad y qué cambio de registro o género. Tal cual lo has puesto sirve de guión para hacer un corto bien interesante ¡palabra!.
ResponderEliminarJosé Luis
Gracias, José Luis.
EliminarNunca se sabe... Si nos lee un guionista, que se ponga en contacto...
Un abrazo.