En unas horas me dispongo a comenzar mi temporada (aquí, como los futbolistas: ¿no han comenzado ellos su liga? Pues yo no voy a ser menos). Y me ha venido a la cabeza lo curioso y subjetivo que es el tiempo.
Te quedas embarazada y te miden por semanas.
Nace el bebé y la cuenta se transforma en meses.
Tu hijo va evolucionando y ya cuentas por años.
Cuando eres un niño tus padres te premian tus graciosos aciertos con un es que ya eres mayor (expresión que cuando eres adolescente asocias a tengo 16, ya puedo entrar en las discotecas o, como sueñan mis alumnos profe, voy a cumplir ya 18, no puedes mandarme nada.... -ilusos...).
Pasas los 30 y te gustaría oir estás como una niña...
Y ahora pasa el verano y pienso más bien ocho semanas que han pasado como un suspiro. Y no me quejo, ¿eh?, que reconozco que forma parte de mi suerte laboral, pero, admitamoslo: mi marido empieza mañana las vacaciones ¡y la que voy a poner el despertador voy a ser yo!
Más cosas de mi cole.
Ay que crueldad, madame! Asi es el doble de terrible e inasumible.
ResponderEliminarCada vez me pasan los veranos mas rapido. Será que esta menguando el tiempo, como si tuviera una especie de osteoporosis?
Resignacion, madame.
Bisous
Madame:
ResponderEliminarCreo que lo más duro es saber que hay otros de vacaciones.
Gracias por sus ánimos, señora.
Buen día.