Mamá -llama Niña Pequeña.
- ¿Hum?
- Mamá, ¿qué haces? -pregunta subiéndose a la silla de al lado, la que usa Él.
- Corregir unos exámenes de los alumnos, ¿ves? -contesto, enseñándole uno: un mapa de Europa y otro de América.
- Pues ese lo corregirás rápido, mamá -apunta ella, señalándolo-, porque está en blanco...
- Efectivamente, Niña Pequeña: es que estos niños no trabajan nada -respondo. Le doy conversación sobre el tema, para cargar su conciencia de pilas y baterías para su futuro adolescente: es vergonzoso no cumplir con el trabajo.
- Pues va a sacar una nota roja -se sienta de nuevo, agarrando a su muñeca-. No. -rotunda-. Una nota roja así, apretada, porque ese niño no hace nada de nada.
Qué bonita esa escena.
ResponderEliminarJosé Luis
A destacar que Niña Pequeña fruncía el ceño mientras examinaba con suma atención el examen...
EliminarEstos días en que los bolígrafos rojos se agotan, es triste, incluso indecente, pero... ¡Cómo se agradecen algunos exámenes en blanco!
ResponderEliminarYo es que cada vez dudo más de la utilidad de los exámenes para demostrar que alguien ha aprendido algo...
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