sábado, 18 de septiembre de 2010

En el ascensor hay poco sitio.

Conozco cada uno de sus rincones porque dejé vagar la mirada por ellos... Hasta el aire tenía forma -cúbica, geométrica. El lugar era más pequeño y claustrofóbico de lo habitual, por mucho que hubiera un espejo para simular espacio...

Ayer coincidí con una persona en un ascensor. ¿Por qué la compañía allí resulta siempre opresiva?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

No acepto comentarios anónimos. Si no nos dices quién eres, tu comentario no se publicará.

Visito tu enlace si tu comentario no es spam, anónimo o una falta de respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.